miércoles, 23 de noviembre de 2011

Centrales nucleares,¿son necesarias?

Centrales nucleares,¿son necesarias?

Centrales nucleares,¿son necesarias?
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El debate mundial prosigue luego del terremoto en Japón y el peligro que representa la planta de Fukushima. Cuando se cumplen 25 años de la tragedia de Chernobyl la pregunta recobra vigencia. La energía nuclear es ¿amenaza o aliado de la humanidad?
Una de las conciencias más lúcidas del Japón por su constante salvaguarda y defensa de los valores universales en la construcción de la modernidad en su país, es Kenzaburo Oé, premio Nobel de Literatura 1994. Este laureado escritor, en una entrevista realizada para el diario “El País”, después de la tragedia en su país, tanto del terremoto como la consecuencia que se tuvo con la crisis nuclear de Fukushima, dice “que habiendo conocido a un joven pescador que estuvo expuesto a una prueba nuclear en el atolón de Bikini, en el Pacífico, dedicó su vida a denunciar el mito de la defensa de la disuasión nuclear y la soberbia de los que defienden su empleo. Tomó conciencia de lo que es la energía nuclear y del peligro que implica”.
El 26 de abril se cumplen 25 años de una de las tragedias que ha tenido mayor trascendencia en el mundo de finales del siglo XX. Nos referimos al incendio y explosión del reactor nuclear número 4, de la Central de Chernobyl, situado en la Ucrania de la desaparecida Unión Soviética.
Este accidente es considerado hasta ahora como la crisis nuclear más grave, según la Escala de Accidentes Internacionales Nucleares, y es tipificado por los expertos ecologistas como el más agudo acontecimiento a la vida natural del planeta y de la cual hasta ahora la tierra no se recupera en su totalidad.
Aquel trágico día en la tarde y durante una prueba de corte de suministro eléctrico, súbitamente la potencia del reactor nuclear número 4 se recalentó y provocó una explosión por el hidrógeno acumulado en su interior.
Una gran cantidad de óxido de uranio, carburo de boro, europio, circonio y grafito fue liberado, acompañado de una inmensa cantidad de material radioactivo. Este accidente generó una crisis superior en 400 veces a la creada por la bomba atómica de Hiroshima y que generó una toxicidad en el planeta de grandes proporciones.
Todavía se tienen dudas de que solo hayan muerto 35 personas con la inmensa explosión que se produjo, pero fue la información oficial proporcionada por el gobierno soviético.
Se evacuaron más de 120,000 personas y la radioactividad se extendió a más de 13 países de la Europa Central. La secuela de niños deformes nacidos desde esta fecha llega hasta la actualidad, a pesar del tiempo trascurrido.
La actual explosión en el Centro Nuclear de Fukushima es un acontecimiento muy grave, pero no tiene el nivel de peligrosidad que en su oportunidad encerró Chernobyl. Aunque tampoco es para considerarlo un hecho intrascendente y se deben tomar las precauciones respectivas.
En esta oportunidad, a diferencia del gobierno soviético que al comienzo de la crisis de Chernobyl le restó importancia y ello impidió que se tomen medidas más drástica para proteger a la población, las autoridades japonesas se han apresurado a buscar fórmulas de contención a la radiación y han estado permanentemente informando a los organismos internacionales.
Sin embargo, la central ha continuado vertiendo agua contaminada aunque con menor nivel de radiación y, según los especialistas, la misma no sería dañina para la salud.
Pero lo importante, en esta guerra de urgencias que ha provocado la explosión de la central de Fukushima es que se han tomado medidas en el reactor número 2, que es el principal generador de filtraciones, que proyecta los más altos índices de radiación y que fue el que obligó a verter el agua al Océano Pacífico para que se diluya y evitar añadirlas a otros reservorios con lo que aumentaría la toxicidad de las aguas almacenadas.
Evidentemente, Japón enfrenta su mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial, y en los últimos días en los que aumentó el nivel de radiación, la entrega de los trabajadores, expertos, empleados y obreros en actitudes casi suicidas han logrado detener el derrame del agua contaminada. Es importante volver a considerar a Kenzaburo Oé cuando añade: “La importante lección del drama de Hiroshima, es la dignidad”.
Ciertamente esta tragedia no solo afecta a Japón, sino a toda la humanidad y, por lo tanto, la comunidad internacional está exigiendo la revisión de los protocolos sobre centrales nucleares en el mundo.  En nuestra América mestiza, ubicada en cinturones altamente sísmicos y donde existen países como Argentina, Brasil y México que cuentan con centrales nucleares y otros como Venezuela y Chile que están en perspectivas de construir estos artefactos, sería interesante que consideraran la frase de Kenzaburo Oe: “Los japoneses que conocieron el fuego atómico, no deben plantearse la energía nuclear en función de la productividad industrial. No deben tratar de extraer de la experiencia de Hiroshima una receta para el crecimiento”.

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